Para comenzar a entender las situaciones laborales en estos países norteamericanos, debo comenzar por mencionar que la distribución de Norteamérica territorialmente hablando está dividida por Canadá, Estados Unidos y México, cada uno con realidades distintas en lo que se refiere al ambiente laboral, pues en Canadá y Estados Unidos no existen como tal leyes que engloben las relaciones laborales colectivas e individuales, y a su vez la protección en lo que se refiere a salud y seguridad social en las relaciones laborales, situación distinta ocurre en México donde no realiza distinción en los aspectos antes mencionados.
El derecho civil y el mercantil son los que regulan en Canadá y Estados Unidos las relaciones laborales dependiendo de los estados, en México una sola ley rige las relaciones laborales en todo el país, apartada del derecho mercantil y civil tal vez de manera exagerada, el 1ro de Enero de 1994 entro en vigencia el tratado de libre comercio de América del norte el cual entre los puntos en comunes para los tres países tenemos: la libertad de asociación profesional, la negociación colectiva y la Huelga, además de la protección al trabajo infantil y el derecho de condiciones mínimas de trabajo.
Existe una cercanía entre los sistemas de Canadá y Estados Unidos que entre algunos de estos y México, pero tampoco se puede decir que los dos primeros sean muy similares, Canadá y Estados Unidos se parecen mucho en cuanto a las relaciones colectivas, pero en cuanto a las relaciones individuales se parecen más los sistemas de Canadá y México, pero cabe destacar que los niveles de vida de Canadá y Estados Unidos son mejores que el de México, lo que quiere decir que estos tiene salarios más elevados, condiciones de trabajo superiores, seguridad social cuya cobertura son mejores y que en contraparte también son economías donde la tasa de desempleo son menores, el subempleo y los empleos informales también son menores.
Existen así entonces de esta manera dos aspectos importantes que confluyen en la realidad norteamericana, por un lado las corrientes neoliberales que actúa en contra de cualquier norma que trate de regular la libertad individual y que tiene como propósito evitar que siga ocurriendo la explotación del hombre al hombre, por otro lado la cobardía del derecho laboral de proteger a los trabajadores, y que limitan su campo de acción, y que al final siempre terminan dando una buena parte del trabajo o de lo que generan los trabajadores a intereses particulares, y un mercado que los subordina y les impone condiciones que un empleador formal no podría hacer sin violar la ley.
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